Biografía de nuestra Iglesia Griega de los Santos Constantino y Elena
En 1957 la comunidad Helénica de Santiago y de provincias, iniciaron el movimiento para la compra del terreno en donde se levantara en el futuro la iglesia. Junto al Cónsul General de Grecia Gabriel Mustakis y otros benefactores destacados, se adquiere el terreno para la construcción de una Iglesia en la esquina de las avenidas Grecia y Pedro de Valdivia, frente al Estadio Nacional, sector de la capital con varios elementos simbólicos reminicentes del helenismo, como el nombre de “Grecia” de la avenida principal, el monumento al Discóbolo inaugurado en 1962 con el apoyo de Gabriel Mustakis, los nombres griegos de las calles de la “Villa Olímpica” que rodea al templo y la existencia del Centro de Estudios Griegos de la Universidad de Chile en las proximidades, el que posee entre sus colecciones algunos libros eclesiásticos, música bizantina y material relacionado con la vida de la Iglesia en Grecia.
La primera piedra de esta iglesia fue colocada por el Arzobispo Makarios III, Presidente de la República de Chipre, en el marco de su visita oficial a Chile en 1966, refiriéndose a la nueva iglesia, el Arzobispo Makarios dijo que “Este templo que se va a erigir a la sombra de los Andes será un vínculo más que estrechará las relaciones fraternales entre el pueblo de Chile y el pueblo de Grecia, cuyos devotos feligreses que donde vayan antes de procurarse un hogar donde vivir, levantan un templo para adorar a Dios y predicar el amor y la convivencia pacífica, base fundamental de la felicidad”.
La construcción del templo dedicado a los Santos Constantino y Elena se inicia finalmente en 1969, gracias a los aportes económicos de personalidades como el Cónsul Mustakis y de Dimitrios Iosifides entre otros, y finalizará recién en 1981, conforme al proyecto del arquitecto Fernando Román Valenzuela y ejecutado por la Empresa Constructora “Desco”. Mientras los griegos de Santiago no tienen templo, la Eucaristía es oficiada en una capilla instalada en la sede de la Colectividad Helénica de Santiago de calle República, donde el padre Lukianós de Puntis desde 1958 y que por tres años asiste a los griegos residentes. Mientras el Archimandrita Stavros Kalogerópoulos, quien seguía desempeñádose en su parroquia de Viña del Mar.
El Padre Jorge Luis Galindo, párroco de la Iglesia Griega desde 1983, tuvo una labor caracterizada por la apertura de la comunidad parroquial a los chilenos, manteniendo la identidad griega de una parroquia con la cual la
colectividad helénica se ha sentido siempre identificada; dentro de esos esfuerzos está la labor social impulsada por la Corporación San Nectario, fundada por Padre Galindo el 9 de Abril de 1989, y que hasta hoy se dedica a la atención de niños con trastornos de autismo y disfasia, y que es considerada como Institución asociada al Arzobispado Griego de Sudamérica.
Durante el período en que el Archimandrita Filótheos (Baladaris) estuvo en la Iglesia Griega (2003-2006), se logró reagrupar a la comunidad santiaguina tras cinco años sin servicios en el templo y se intentó crear comunidades formales en La Serena y Antofagasta.
A fines de 2007, tras la partida del Archimandrita Filótheos, el Padre Ignatios Cavieres, asume los servicios parroquiales en dicho templo hasta inicios del año 2009, ya que el debía viajar por razones de estudio a Grecia. En su lugar y tras un corto tiempo asume la parroquia el sacerdote chileno, nacionalizado Griego, Jorge Panagópoulos, pero finalizado el viaje del Padre Ignatios Caviares asume por designación de su Eminencia Monseñor Tarasios como párroco de la Parroquia de los Santos Constantino y Elena y en mayo del 2010 es ordenado Sacerdote el Padre Sergio Benavides.
Finalmente hoy las actividades Litúrgicas no solo están enfocadas a los días Domingos, si no que los días miércoles y grandes fiestas, como también la realización de oficios durante la semana y actividades con la feligresía.
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